Helvetia Anaitasuna repite la historia y el final feliz para la sexta victoria consecutiva de la temporada en liga Asobal. Remontada, sufrimiento, fe, carácter, emoción y victoria. Los elementos de otro triunfo que eleva esta cifra a hitos históricos y que permite seguir en la cabeza de la tabla junto con el FC Barcelona. El sueño sigue y ahora toca pensar en la Copa EHF. La próxima cita en liga será en la Catedral contra… Ademar!! Huele a partidazo.
El comienzo del partido volvió a la tónica habitual de los encuentros ligueros. La fluidez atacante del pasado domingo ante Plzen se volvía sequía y el primer tanto llegaba en torno a los siete minutos de juego. Con esta circunstancia, las primeras ventajas eran claras para los locales, que marcaban y ampliaban diferencias. Así, en el minuto 9, el Ángel Ximénez Avia Puente Genil se colocaba con un 6-1 que forzaba a Juanto a pedir un tiempo muerto urgente para Helvetia Anaitasuna.
Ese parón en el juego funcionó y los navarros recuperaban en el equilibrio en el tanteador en apenas diez minutos, entrando en el partido con un parcial de 2-7. Las paradas de Nordlander permitía a Chocarro correr y anotar contras, lo que se unía a un mayor acierto por parte de Raúl Nantes. Así, en el minuto 20 se alcanzaba una igualada a ocho tantos que devolvía la confianza a los de Juanto Apezetxea.
Esa igualdad se mantendría hasta el medio tiempo. El marcador al descanso dejaba las espadas en todo lo alto con un 12-11 que reflejaba la buena actuación de las defensas y los guardametas De Hita y Nordlander. Sin embargo, la segunda mitad no iba a ser sencilla ni mucho menos. Puente Genil no conocía la derrota como local en las dos primeras jornadas de liga Asobal. Así, los andaluces se colocaban con cinco goles de ventaja en los primeros instantes de la reanudación.
Sin embargo. este Helvetia Anaitasuna no baja los brazos. Recortaba diferencias para tratar de repetir la maniobra conseguida en la primera mitad. Se colocaba 19-17 en el minuto 48 y obligaba a los locales a pedir tiempo muerto. El primer paso para repetir la historia de los pasados partidos fue el empate a 19, que abría el choque para jugarse un mini encuentro de apenas nueve minutos.
El final de partido, cómo no, tenía que ser emocionante. Los minutos decisivos ofrecían la posibilidad a los nuestros de ponerse por delante por primera vez en el choque. El 22-23 en el minuto 58 servía para completar la remontada, pero dejaba abierto el minuto final, que comenzaba con tiempo muerto de Quino Soler. Sin embargo, no obtuvo el premio deseado y los navarros consiguieron un 22-24 que permitió respirar un poco y ver como un sólo tanto local no daba para más. El 23-24 final desbordó la alegría navarra.