Sólo se puede decir gracias. El partido se ha perdido, el Barcelona es justo finalista tras ganar a Helvetia Anaitasuna por 36-28, pero está claro que todo lo que se ha vivido en la Catedral no se puede resumir en cuatro cifras. Se describe mejor con estas siete letras: GRACIAS.

El esfuerzo del equipo ha sido titánico. El coraje con el que se ha empleado a pesar de la dificultad del rival y de la diferencia en el marcador ha sido impecable. Poco más se le puede decir a esta plantilla que nos ha traído hasta aquí que estas siete letras: GRACIAS,

El ambiente ha sido inolvidable. El público de la Catedral, nuestra afición, ha demostrado porque merece la pena que un evento como la Copa esté en Pamplona. El aliento y el colorido de nuestro pabellón hoy sólo se merece que dediquemos estas siete letras: GRACIAS.

Instituciones y patrocinadores que habéis hecho posible que esta Copa haya dejado de ser un sueño para poder decir que hemos vivido algo especial, que más os podemos decir. Sí, a vosotros también, tenemos que dejaros estas siete letras: GRACIAS.

Empleados del club, directivos, voluntarios… Sin su trabajo, sin el espectacular esfuerzo que han desarrollado hasta este fin de semana y durante él, nada hubiera sido posible. La gran imagen que está dando nuestro club tiene mucho que ver con ellos. Por eso, vuestras siete letras: GRACIAS.

Queda la gran final, deseamos suerte a los dos equipos, pero lo de hoy no se va a olvidar jamas. GRACIAS.