Pensar que el pase a una final four de la Copa, que hacer historia en este club, en el proyecto de Helvetia Anaitasuna, es cosa «sólo» de un equipo y unos técnicos, es quedarse muy corto. Sin duda, este éxito es el fruto más claro de un colectivo que cimenta este proyecto desde los cimientos hasta el tejado.
Evidentemente, quienes han logrado el pase han sido los jugadores y el cuerpo técnico, que han trabajado a fondo para conseguir el objetivo. Ellos han materializado, sin embargo, el trabajo, el sacrificio y la apuesta de muchas más personas de este gran club que es Anaitasuna.
Decía Aitor Etxaburu tras acabar el partido que sentía afortunado por encabezar este proyecto que es Helvetia Anaitasuna. Decía que brindaba el éxito a la afición y la gente que trabaja con la base. Con los diecisiete equipos de categorías inferiores que sustentan a este primer equipo. No le faltaba razón.
Pero queda más gente. Hay que dar las gracias a quienes se dejaron la garganta en la Catedral cuando había que apretar al rival. A quienes, desde la lejanía, nos han mandado mensajes de ánimo a través de las redes sociales. A las familias de los jugadores, directiva y cuerpo técnico, que han vivido muy de cerca la tensión que se reflejó en la pista.
No podemos olvidar ni un momento a nuestros patrocinadores. Con su aportación, este proyecto es más grande cada día. Especialmente a Seguros Helvetia, confiando siempre en este equipo, gane, pierda o empate. Sin ellos, esta idea no tendría ninguna posibilidad de seguir adelante.
Mucho tienen que ver todos aquellos que trabajan en la sombra. Directivos, colaboradores que dejan mucho tiempo y esfuerzo para que cada temporada sea mejor, cada partido un evento mejorado… Para que Helvetia Anaitasuna sea hoy un motivo para que su gente esté orgullosa.
Muchas gracias a tod@s porque un éxito nunca fue tan colectivo como éste ni tiene tantos padres y madres. Enhorabuena a tod@s porque es vuestro.
¡GRACIAS! ¡ZORIONAK!