La temporada de nuestras categorías inferiores está siendo brillante. La labor formativa de nuestr@s jugador@s sigue su curso, mientras que el rendimiento deportivo de los equipos ha rayado esta campaña a un nivel histórico. Triunfos en los campeonatos navarros y clasificaciones para las fases finales de los campeonatos de España. Por ello, charlamos con Iñaki Pérez, resposable de la cantera de Anaitasuna.
¿Qué destacarías de esta campaña que está terminando?
La regularidad y la mejora de casi todos los equipos de la cantera. Estamos consiguiendo que todos los equipos vayan adquiriendo un mayor nivel y no depender de generaciones esporádicas de jugadores, sino que sea constante el trabajo y sobre todo que cada día formemos mejores entrenadores y jugadores en nuestra base.
¿Qué significa para el club llegar a la fase final del campeonato de España de infantiles, cadetes y juveniles?
Precisamente eso, regularidad y seriedad en el trabajo. Una linea de trabajo común a todos los equipos de la base con una metodología común y unos contenidos a trabajar muy claros y distribuidos en el tiempo, durante la formación de nuestros jugadores y equipos. Esta temporada ha dado la casualidad que se ha conseguido entrar en las 3 fases finales, pero no por ello quiere decir que lo vayamos a conseguir siempre ni mucho menos.
Como dato hay que observar que esta temporada únicamente lo hemos conseguido el FC Barcelona y nosotros, por lo que hay escuelas con gran tradición como Ademar León, Granollers, Valladolid… que esta temporada no lo han conseguido y eso demuestra que la igualdad a esos niveles es terrible y que pequeños detalles te hacen estar entre los 8 mejores de España o no. Debemos disfrutar el momento claro que sí, pero sin olvidarnos que hace un año esto era impensable y que si aparece la relajación en el trabajo, cometeríamos un grave error.
Mirar sólo a los resultados de esta temporada no parece justo, supongo que es sólo parte del trabajo que se hace con las categorías de primer año también.
Por supuesto. Desde la temporada pasada se trabaja por grupos de edad, en la que cada niño trabaja con los de su mismo año de nacimiento, puesto que los contenidos y objetivos a trabajar se han diseñado teniendo en cuenta ese aspecto. Sin tener ningún tipo de prisa en su formación, ni saltar pasos…como les digo siempre a los entrenadores «detrás del 1 el 2, y después el 3, pero hasta que no dominemos un aspecto, no pasamos al siguiente».
Con los jugadores de primer año se realiza un trabajo acorde a su edad, con un nivel de exigencia competitiva nulo. A los equipos de segundo año ya se les exige mayor competición, pero siempre teniendo en cuenta que en infantiles, cadetes y juveniles seguimos estando en edad de formación. La competición no es más que uno de los aspectos de su formación, pero nunca el fin. Nuestra filosofía es la de formar y con el tiempo aprenderán a competir.
¿Qué evolución llevan los equipos femeninos?
Al igual que en masculino, esta siendo notable. Cada día tenemos más niñas apuntadas en la escuela. Esto es una gran alegría y nos sentimos muy orgullosos. El objetivo es en pocos años tener una escuela femenina consolidada en la que tengamos equipos en todas las categorías y más adelante ya nos plantearemos otros retos. Este año organizamos unas XII horas de Balonmano femenino en navidad, y esperamos poder repetir y ampliar este evento en futuras ediciones.
¿Qué valoración se puede hacer del Torneo de Semana Santa y de la Mini Copa?
La Mini Copa nos vino muy bien para nuestro equipo cadete, ya que nos permitió disputar más partidos contra equipos de mayor nivel que el nuestro. Esto nos permite aprender a competir cada día mejor que es el principal problema que existe en Navarra.
El Torneo de Semana Santa sencillamente espectacular. Estamos logrando reunir a 400 niños que están enamorados de este deporte. Nos permite convivir en un mismo espacio a niños de muchas comunidades autonómicas diferentes, formar nuevas amistades tanto los niños como los entrenadores, enriquecernos unos de otros y todo esto mientras disfrutamos de nuestro deporte en un entorno inigualable como es Anaita. El nivel tanto humano como deportivo de los equipos es muy elevado. No se puede pedir más para los que amamos esto…
¿Qué nos puedes contar de los equipos de Primera y Segunda Nacional?
La temporada del 1ª Nacional en mi opinión ha sido notable. El equipo como ya comenté antes de iniciar la temporada afrontaba dos handicaps importantes: la baja de jugadores importantes que subían al primer equipo y las cesiones a Zarautz. El segundo handicap era el cambio de grupo con sus eternos viajes para disputar los partidos.
Pero de igual forma dije, que supliríamos esto con trabajo e ilusión, y creo que así fue. El equipo y paralelamente sus jugadores han ido creciendo día a día ofreciéndonos partidos de gran nivel como los que nos enfrentaron en la Catedral a Nava Segovia, Covadonga, Lanzarote y Ademar de León y algunas victorias brillantes conseguidas lejos de casa como la de León y Tenerife. Se han perdido algunos puntos por falta de veteranía, pero de igual forma se han ganado otros por juventud, garra e ilusión. El sexto puesto en la clasificación y el hecho de no haber pasado apuros por la permanencia en ningún momento de la temporada
El Segunda Nacional afrontaba una temporada de transición, ya que tanto el cuerpo técnico como el 80% de la plantilla era nueva. Una plantilla muy joven compuesta por jugadores sub 21 (la mayoría menores de 19 años). Al igual que el primera nos ha dado buenas victorias, combinadas con derrotas fruto de la juventud. Se consiguieron clasificar a la fase de los 8 primeros de la categoría, aunque como les digo a ellos y a sus entrenadores, su objetivo es crecer como jugadores y tratar de dar el salto al 1ª nacional.
Después de esta campaña ¿Qué retos se plantean para el futuro?
Simplemente seguir creciendo como entidad. Que cada día tengamos entrenadores mejor formados, acumulando más experiencia en la formación y en la competición, mejores jugadores/as en nuestra base, que estos disfruten día a día con el Balonmano en un ambiente inigualable como es Anaita, que cada vez veamos más jugadores de la cantera en el primer equipo y que podamos llevar orgullosos el escudo de Anaita en todas las competiciones que disputemos independientemente de los resultados que se obtengan.