La despedida de la temporada en la Catedral no pudo ser todo lo dulce que hubiera gustado. La derrota por ocho goles no demuestra los méritos que hizo Helvetia Anaitasuna, que llegó al descanso con el marcador empatado y estuvo en partido hasta los instantes finales. La Catedral despidió el choque con una larga ovación de agradecimiento para un equipo que lo ha dado todo en cada partido disputado.
Los primeros 30 minutos tuvieron una tónica de igualdad entre ambos conjuntos. Siempre con los visitantes por delante, el carácter habitual de los de Juanto Apezetxea les permitió llegar al medio tiempo con un empate a 14 goles que ya avisaba a los campeones de Copa y Liga que deberían sudar para conseguir los puntos en juego.
Sin embargo, la segunda parte fue diferente. El Barcelona Lassa abrió un hueco de 4-5 goles pronto y esa circunstancia hizo que los locales fueran muy a remolque durante ese periodo. Sin embargo, en ningún momento se fueron de la partido, arriesgando de todas las maneras posibles y con la variante del 7 contra 6 en algunos momentos. Sin embargo, esos riesgos propiciaron algunos goles sencillos para los visitantes que pusieron el final 26-34.
Las opciones de jugar en Europa la próxima campaña se complican para los navarros. Deben esperar que Ciudad Encantada no gane en casa contra Bada Huesca y Helvetia Anaitasuna gane en Zamora. Sin embargo, la jornada de ayer fue especial. La afición despidió a las personas que no continuarán la próxima campaña con un cálido aplauso, así mismo, antes del choque, los chicos del Primera Nacional y su cuerpo técnico fueron homenajeados por su clasificación para la fase de ascenso a División de Honor Plata.