Hay ocasiones en el que el marcador no describe bien lo que ha sucedido en la pista y el partido de Helvetia Anaitasuna ante el Budakalasz es un buen ejemplo. El 27-35 definitivo abre las puertas a la fase de grupos a los navarros, pero no muestra la diferencia real que hay entre ambas escuadras. Los de Juanto fueron por delante durante todo el partido, pero la caldera magiar hizo que fuera un choque más igualado de lo que parece.

Bien es cierto que Helvetia Anaitasuna ha sido dominador en el electrónico desde los primeros instantes, pero los locales ha estado cerca de los nuestros buena parte del partido. Las diferencias han rondado entre los dos y cuatro goles, pero los minutos finales han sido decisivos para abrir una brecha que deja la eliminatoria en un punto muy positivo para los de Juanto Apezetxea.

Este amplio triunfo sirve para demostrar que las dos derrotas cosechadas en liga Asobal no han minado la moral y la confianza de los navarros, que tenían una prueba de fuego. La entidad del rival y el ambiente que se han encontrado reflejan que el equipo sigue en un punto alto de juego y de personalidad. Han sido capaces de crecerse en un momento complicado.

Ahora, regreso y a pensar en la intensa semana que se viene. El miércoles, partido en la Catedral ante el Cangas para seguir defendiendo la segunda plaza en liga y el sábado, la vuelta de esta tercera eliminatoria de la Copa EHF con la clasificación para la fase de grupos en juego. Días de mucho desgaste, pero en los que vamos a disfrutar de lo lindo con el balonmano y Helvetia Anaitasuna,