Helvetia Anaitasuna no ha podido conseguir ser el primer equipo que se llevaba el triunfo del pabellón pucelano. Los navarros lo han intentado hasta el final, pero los de Nacho González han sido mejores durante la segunda parte y el tramo decisivo del choque. El reto era complicado, pero ya es hora de mirar hacia el próximo compromiso, que llevará al equipo hasta Hungría para el partido de ida de la tercera eliminatoria de la Copa EHF.
El inicio de partido ha sido loco. Los goles mandaban y las defensas y los porteros apenas veían los lanzamientos pasar y besar las redes. Sin embargo, pronto esa dinámica beneficiaba a Helvetia Anaitasuna, que se llevaba las primeras ventajas del choque. Los goles se repartían entre los diferentes jugadores y las transiciones rápidas navarras permitían que Antonio Bazán tuviera sus opciones de lanzamiento. Mientras, en el juego estático, Nantes, Oswaldo y Filipe conseguían los primeros tantos desde la primera línea.
Sin embargo, el paso de los minutos de la primera mitad volvió a equilibrar el marcador. Una buena racha local colocaba el 15-11 en el marcador en los instantes finales del primer tiempo. Los de Juanto, a pesar de pedir un tiempo muerto, pasaban un momento de dudas en ataque y sufrían mucho en la pista para detener al conjunto local. Sin embargo, los navarros siempre suelen aferrarse a los partidos y, con una buena tacada de aciertos se colocaban a un sólo gol en el último minuto de ese primer periodo y con un 16-14 al descanso.
El inicio de la segunda parte volvió a ser negativo para Helvetia Anaitasuna. Costaba mucho anotar y los locales volvían a tener los cinco goles de diferencia de los que habían gozado en la primera mitad. El partido se complicaba mucho como era de prever en una pista donde ningún equipo había logrado sacar los dos puntos en lo que llevamos de temporada.
Sin embargo, Helvetia Anaitasuna no bajaba los brazos. Juanto pedía un nuevo tiempo muerto y las diferencias bajaban a los 2-3 goles en el ecuador de la segunda parte. La fe que caracteriza a este equipo, no se perdía. Gracias a ella, los navarros se mantenían con opciones en el partido en los momentos decisivos del partido. A falta de diez minutos para terminar, Juanto tenía que intentar dar un último cambio al encuentro con un tiempo muerto.
No fue suficiente. La pelea está asegurada siempre y esta vez no podía ser menos. Pero no daba en esta ocasión para ganar. La diferencia local se estabilizaba en los 3-4 goles en los instantes finales y la actitud del equipo no encontraba el premio deseado de la victoria. El definitivo 34-31 deja Huerta del Rey como una pista inexpugnable y a los navarros pensando ya en Europa. El domingo a las 19.00 horas, partido en Hungría. Un nuevo reto.