La inmaculada racha de Helvetia Anaitasuna para empezar la campaña 2017-18 finaliza contra el Balonmano Logroño tras ocho victorias consecutivas. La derrota 27-29 culminó un partido muy parejo y con bastantes alternativas en el marcador. Esta vez, la moneda cayó del lado del rival, pero la Catedral premió el trabajo del equipo y el sueño que ha hecho vivir a toda la afición. Ahora, es momento de volver a competir una vez más y buscar los siguientes dos puntos en la pista de Atlético Valladolid.

La primera mitad ha transcurrido con constantes igualadas, con mucha influencia de las exclusiones que sufría cada equipo. Cada parcial abría pequeños huecos en el marcador, pero los empates eran constantes hasta los minutos finales, en los que Helvetia Anaitasuna abrió una diferencia de cuatro goles para llegar al descanso.

Sin embargo, los riojanos no pensaban bajar los brazos y su salida tras el medio tiempo fue rotunda. Varios parciales continuados les pusieron un ventaja hasta conseguir hasta cuatro goles de diferencia en los primeros quince minutos de la reanudación. Parecía que todo estaba perdido para los de Juanto, pero este equipo tiene mucho carácter.

La fe de este Helvetia Anaitasuna llevó a los navarros a igualar de nuevo el marcador y dejaba el partido abierto para los últimos dos minutos. Esta vez, la remontada no pudo consumarse y las actuaciones del guardameta visitante fueron decisivas para que el Balonmano Logroño se hiciera con los dos puntos y asaltase la Catedral con el definitivo 27-29.